Hace 50 años: Dubé de Luque remodela la Virgen de la Candelaria
En la década de los años sesenta de la pasada centuria el rostro de Mª Santísima de la Candelaria presentaba algunos desperfectos en su encarnadura, que se apreciaban de forma preocupante en la zona de sus párpados y de su boca. La junta de gobierno encomendó los trabajos de restauración a escultor imaginero Antonio J. Dubé de Luque, quien ejecutó su trabajo en el “cuarto de la cera” de la iglesia de San Nicolás, situado sobre la pila bautismal. Procedió además a la sustitución de las pestañas por unas nuevas, que fueron traídas de Nueva York por las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos a través de Thomas Miller, por encargo de la Camarera María Teresa Chico Vázquez, que trabajaba como enfermera en el Hospital Militar de San Pablo. Además de reponer la policromía, realizó algún retoque personal por el mal estado de la encarnadura, que modificó sustancialmente la fisonomía del rostro de la Virgen, quedando tal como hoy la veneramos, abonándosele una factura de cuatro mil pesetas según comprobante de pago fecha el 13 de junio de 1967.
Nuestro veterano hermano Víctor González Ramallo nos remite una de sus últimas adquisiciones fotográficas para su archivo, que pone siempre a disposición de su Hermandad, una vista frontal perteneciente al Martes Santo de año 1968, primera salida tras su restauración. Más novedades hubo ese día, pues el palio salió liso por estar pasándose a nuevo terciopelo el bordado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1924. Mirando con detenimiento la fotografía, vemos que la Virgen lleva rosarios en ambas manos, incluso un anillo, y en primer plano aparece una palmera de orfebrería que muchos años figuró en la calle central de la candelería cedida por la familia Ybarra.
Una estampa para el recuerdo, que ya cumple cincuenta años….