Anoche, tras la Misa de Hermandad, tuvo lugar la presentación de las papeletas de sitio que se expedirán para los hermanos que acompañen a nuestros sagrados titulares con motivo de su próxima salida extraordinaria, el Señor en Vía Crucis extraordinario a la Parroquia de la Magdalena el 27 de noviembre y María Santísima de la Candelaria el 5 de diciembre en su paso de palio.

La del Señor es obra de Antonio Marcos Guillén Jiménez,  dibujada en pintura acrílica y acuarela.

La papeleta basa el motivo principal en la imagen del Señor, dibujado de forma realista, con una cruz inacabada, donde cada cual puede imaginarlo con la cruz a cuestas o abrazada, a la vez que simboliza el inacabado peso de la cruz que vamos depositando y cargando en los hombros de Jesucristo a diario. La sagrada imagen se asienta sobre la Parroquia de San Nicolás de Bari, donde enraíza su devoción, y gracias a su providencia, se funda y florece la Hermandad de la Candelaria, de ahí que la Parroquia y el escudo se muestren entrelazados.

En la esquina opuesta de dibuja parte de la historia de la imagen del Nazareno, simbolizada en la espadaña de la parroquias de la Magdalena, de donde provino en 1880 y adonde se dirigirán los hermanos en Vía Crucis el 27 de noviembre. Como referencia a la fecha que se conmemora aparece el logotipo del centenario, de donde parten las palabras “Centenario y Candelaria”.

Los colores empleados en la parte inferior de la papeleta son el blanco y el azul, colores corporativos de la hermandad. La unión entre la sede actual y la iglesia de donde provenía se realiza mediante un marco abstracto que va realizando un degradado cromático, tornando desde el azul a colores como el morado y el amarillo, que reflejan el atardecer de la primavera o del otoño sevillano, estación esta última en la que tendrá lugar el Vía Crucis Extraordinario.

La de la Virgen ha sido dibujada por Francisco Galindo Chacón, a bolígrafo de tinta azul.

La orla que la enmarca es una interpretación personal inspirada en los Jardines de Murillo, en los azulejos y las cenefas de la cerámica que lo conforman. En la línea inferior flanquean al escudo de la hermandad las fechas conmemoradas, 1921 y 2021.  En la esquina inferior derecha aparece la portada de la iglesia de San Nicolás, base fundamental para esta hermandad, de donde parte un varal del palio de la Virgen de la Candelaria. Un varal cuya base no aparece completa, haciendo referencia a los hermanos que nos precedieron y siguen siendo parte importante de la cofradía a través de la comunión de los santos.

En la esquina superior derecha aparece una parte de la bambalina del palio, incompleta, que además de representar la Luz de la vida del autor, simboliza el deseo de todos por recuperar la ansiada normalidad y vivir la procesión triunfal de la Virgen por las calles de Sevilla.

En el centro de la papeleta aparece el título de la Hermandad bajo la palabra Luz sobre la madeja que simboliza a Sevilla (Luz de Sevilla). A la izquierda el rostro de la Santísima Virgen de la Candelaria, y en torno a Ella, tres elementos que representan las virtudes teologales que deberíamos tener siempre presentes en nuestra vida: la Fe, la Esperanza y la Caridad. La Fe representada por el nuevo llamador del paso que se estrenará, la medalla de la ciudad, símbolo de la esperanza en la labor que tienen que hacer las cofradías por llevar el evangelio a los más alejados y esperanza a sus vidas. Por último la caridad, representada por la silueta de la isla de La Palma, azotada en la actualidad por la erupción del volcán, por pertenecer al archipiélago canario del cual es patrona la Virgen de la Candelaria.

Volviendo al principio, las líneas de la cenefa entrelazadas representan la vida de los hermanos candelarios, líneas o vidas que se cruzan unas con otras, que a veces van en paralelo, otras convergen y en ocasiones se pierden, pero todas acaban en torno a María y tienen su punto de unión en la Fe, la Esperanza y la Caridad. Intencionadamente, el autor hace que la palabra “Hermandad” del título de la corporación toque una de esas líneas o vidas, porque se hace vida en la hermandad, y se hace hermandad con la entrega de la vida a los hermanos.