La Virgen de la Candelaria en el pregón de Carlos Herrera
En el día del pregón de la Semana Santa de Sevilla, recuperamos los versos de Carlos Herrera en el pregón de 2001. En su pregón, nuestro hermano dedica a la Hermandad y especialmente a la Virgen de la Candelaria un hermoso poema en el que muestra lo que para él significa la Heramandad.
Pongamos que esta noche te hago un trato.
Pon Candelaria tú la gracia
que si acaso yo pondré la audacia
de llamar a llorarte en arrebato.
Una blanca pasión escribe lenta
esta hermosa noche de sereno
en la que hurgo en el amor ajeno
y adivino corazones en tormenta.
Amor en la mirada, ese amor ciego.
Amor en la razón y en la locura.
Alivio entre la pena y la amargura.
Consuelo de mi voz y de mi ruego.
Luz del mundo hosco y sin camino.
Referencia de brillo en la tiniebla.
Norte de claridad entre la niebla.
Candelaria alumbrando mi destino.
Yo soy gozo y tu mirada dolorosa.
Vivo libre aunque parezca maniatado
y sobrevuelo el tránsito cansado
que une las acacias y las rosas.
Ve clavadas las astillas del fracaso
en la triste soledad de tanta gente
Una lágrima vidriosa, impunemente
Va camino a los labios del ocaso.
La quietud dolorosa, sorda y ciega
Sólo tiene una salida en la tristeza.
El perfil de tu beso, tu belleza
Y el dispendio de luz en la refriega
Entregarse al amor y a tu plegaria
Es entregarse sin freno ni medida.
Es regalarte un alma arrepentida
Y cobrarse con tu luz indumentaria
Una lágrima sin pena y sin horario.
Una luz vigorosa y solitaria.
Una voz, un jardín, un escenario.
Una madre de Dios, la Candelaria.