Crónica del XXXVII Pregón del Cofrade
Ayer tarde nuestro pregonero, Oscar Gómez, nos sorprendió con un pregón impresionante, lleno de vivencias personales y con preciosas palabras a nuestra Hermandad, en su paso por los Jardines de Murillo, a nuestro Señor de la Salud y a Mª Stma. de la Candelaria. Nos regaló hasta dos saetas cantadas por él, al Señor de la Salud, os dejamos un pequeño fragmento del Pregón y la saeta próximamente en nuestro canal de Youtube.
El aire que da brillo a los acantos.
Los pétalos que adornan los magnolios.
Quiero imaginar en mis desvelos,
que una oscura multitud te está esperando
pa’ encontrarse en el brillo de tus ojos.
Las sombras que buscaron las abelias.
Las damas que se adueñan de su noche.
Amores que enterraron sus reproches,
paseando sus furtivos arrumacos,
por arriates cuajaditos de camelias.
Las mieles que destilan los jazmines.
Desfiles por las tapias de los gatos.
Las ramas que recogen golondrinas
que ya está todo listo en los jardines
y tocan los clarines a arrebato.
¡Que se tiña el malvavisco de tu sangre!
¡Que se coronen de frutos los almeces!
¡Que salpique la carpa en el estanque!
¡Que se guarde ese beso adolescente!
De puntillas, despacito, tramo a tramo
va tornando el paseo en cofradía.
A lo lejos, revirando ya en la esquina
los dorados brillos de un canasto,
basamento del dolor más soberano.
Se retuerce mi alma en un respingo
cuando veo aparecer tu silueta.
Se retuercen los geranios en las macetas.
Y en el suelo las celindas y las tuyas
se han tronchado de dolor por tu martirio.
Elegancia desgarbada en los cipreses,
apuntando su figura puntiaguda
al cielo al que yo miro una y mil veces
sacando a mis memorias del letargo,
en estos versos escritos en los bancos,
de este parque que conquistas con tu abrazo.
Un zarpazo a la razón. Un mal presagio
en la densa oscuridad de madrugada
que deshaces más allá del Martes Santo.