parroquia de san nicolás de bari

 

La Iglesia de San Nicolás de Bari.

 

Aunque en este solar hubo galerías subterráneas romanas y, tal vez, una mezquita, más una iglesia medieval con trascoro, el edificio actual se consagró el 13 de noviembre de 1758. Por tanto, su arquitectura denota la transición del Barroco hacia el Neoclasicismo, lo que contrasta con la decoración rocalla de sus retablos.

Su planta debió ser trazada por Ambrosio de Figueroa, y los alzados por Pedro de Silva, de forma análoga a los de la Iglesia de San Roque, que se inició poco después por el mismo arquitecto. Es un templo excepcional de cinco naves, con 16 columnas de jaspe rojizo, que proceden de una cantera del Torcal de Antequera (Málaga).

La mayoría de los retablos datan de 1758-62, aunque algunos se han renovado, e incorporado otros, procedentes de templos extinguidos tras la desamortización. La torre-fachada no se concluyó. Carece de chapitel. En esta feligresía han residido personajes ilustres tales como Cervantes, Murillo, Gutierre de Cetina, el Conde de Orgaz, los Marqueses de Loreto y los Condes de Ybarra, entre otros. Desde 1922 tiene aquí su sede canónica la Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de la Candelaria.

 

 

Retablo de Santo Domingo de Val.

 

Fue realizado en 1815. Procede del extinguido convento de San Francisco, que se hallaba en el solar que ocupa en la actualidad la Plaza Nueva. Santo Domingo era un niño de 7 años, acólito y cantor de la Catedral de Zaragoza, quien fue crucificado el 31 de agosto de 1250. Sus reliquias se conservan en la seo de esa ciudad. Recibe culto desde 1808, promovido por el Pontífice Pío VII, erigiéndose en patrón de los niños de coro.

El retablo es de estilo ecléctico, realizado en madera dorada y policromada, simulando jaspe. Fue costeado por sus descendientes. Al desaparecer el convento fue trasladado a este templo en 1863, siendo entonces propiedad de Rafael Merry y del Val. Sobre el arco de triunfo, en el ático, figura un relieve de la Santísima Trinidad.

En 2010 se ha colocado a sus pies una pequeña imagen de candelero de la Virgen del Pino, réplica de la patrona de Las Palmas de Gran Canaria, cuyo original data de fines del siglo XV. Fue donada por el Hogar Canario de Sevilla. La Hermandad de Penitencia de este templo mantiene también estrechos vínculos con Canarias, a través de la devoción común a la Virgen de la Candelaria.

 

 

Capilla Sacramental.

 

Su fisonomía actual data de 1948. El retablo neobarroco es obra del tallista José Alarcón Santa Cruz. En él se veneran las imágenes titulares de la Hermandad de Penitencia. Ntro. P. Jesús de la Salud, de talla completa, se vincula a Francisco de Ocampo. Consta que se estofó y policromó en 1622 por José Suero, dorador, y por el pintor Jerónimo Ramírez. La imagen de candelero de Ntra. Sra. de la Candelaria fue realizada por Manuel Galiano Delgado, siendo bendecida en 1924, siendo remodelada por Antonio Dubé de Luque en 1967. La talla actual de San Juan es de José Rivera García, donada en 1926 por José Ruíz Escamilla.

A los lados del sagrario hay sendas pequeñas imágenes de San Juan y de la Virgen del Carmen, en recuerdo de los donantes del retablo don Juan Fernández de la Cruz y su esposa Carmen Contreras Comesaña.

El lienzo de La Virgen de Guadalupe es obra del pintor mexicano Juan Correa. Está fechado y firmado en 20 de abril de 1704, siendo el mejor de esta iconografía mariana. El de San Carlos Borromeo dando la comunión a los apestados de Milán(1750) es obra de Juan de Espinal. En la hornacina lateral se guarda el Simpecado, que perteneció a la congregación del Rosario de Hombres, data de 1769. El relieve que ostenta de la Virgen del Subterráneo es del círculo de Cristóbal Ramos.

 

 

Retablo del Sagrado Corazón de Jesús.

 

Es de estilo neobarroco. Data de 1950 y fue costeado por Doña Purificación Fernández de la Cruz, feligresa y camarera de la Virgen de la Candelaria. En su lugar estuvo otro con el lienzo de la Virgen del Rosario, que se halla en la sacristía. Debió realizarlo Juan del Castillo, maestro de Murillo, hacia 1640. Perteneció a la congregación del Rosario de Hombres, que se extinguió en la década de 1820. La virgen figura de pie, viste túnica roja y luce manto azul. Lleva un rosario de cuentas de coral.

El retablo del Sagrado Corazón vino a sustituir a otro, de la misma advocación, tal vez neogótico, que había sido costeado por José María Ybarra González, II Conde de Ybarra. De él procede la imagen de Santa Librada, actualmente en el retablo de la Virgen del Camino, aunque estuvo hasta 2010 en el altar de la Virgen de Gracia.

 

 

Retablo de Santa Rita.

 

Es de madera de pino de Flandes y de estilo neoclásico. Tras la desamortización se trajo aquí procedente del convento de San Agustín. Preside Santa Rita de Cascia, que se atribuye a Francisco Antonio Gijón. Es una imagen de candelero de comienzos del siglo XVIII. Según la literatura de la orden, cuando esta Santa oraba ante un crucificado, pidió a Cristo que le hiciera partícipe de sus sufrimientos, entonces una espina se desprendió de su corona, infiriéndole una profunda herida en la frente, que nunca cicatrizó. Era natural de Cascia, en la Umbría de Italia, y vivió en la primera mitad del siglo XV. Su nombre es abreviatura de Margarita. Estuvo casada y con hijos, pero al fallecer toda su familia ingresó en el convento agustino de su localidad.

Le flanquean las tallas de San Antonio y San Blas. En el banco hay un interesante grupo escultórico de terracota de La Piedad, del siglo XVII. En el ático se halla San Juan de Dios, flanqueado por San Agustín y San Nicolás.

 

 

Capilla de Ntra. Sra. de los Dolores (del Camino).

 

El retablo de 1762 ha experimentado frecuentes cambios en sus imágenes. En el siglo XVIII lo presidía el Cristo de la Sangre (s. XIV), que en la actualidad se halla en el depósito del Museo de Bellas Artes. En el siglo XIX fue sustituido por un Cristo atado a la columna (1828), reemplazado a su vez por una Virgen de los Dolores. En 1880 se colocó la actual imagen de la Virgen del Camino, que perteneció a la Hermandad del Ecce Homo, que se hallaba establecida en un hospital de Triana. Es una imagen de candelero del primer tercio del siglo XVIII, restaurada en 2014 por José Pérez Conde.

En el ático figura San Miguel Arcángel, flanqueado por los blasones de la familia que costeó el retablo: Márquez y Martínez de Povea.

La iconografía de los lienzos, del taller de Alanís, guardan relación con la primitiva advocación del crucificado. Uno representa La oración en el huerto y el otro La caída de Cristo camino del Calvario.

 

 

Capilla de la Virgen del Patrocinio.

 

Su retablo data de 1762. Debió ser costeado por Juan Basilio Castañeda, comerciante que coordinó la reconstrucción del templo. Su imagen titular es una versión barroca de la Virgen del Subterráneo. Se halla flanqueada por las tallas de San Francisco y Santo Domingo, y sobre el banco San Camilo de Lelis.

En el muro de la izquierda figuran pintados dos textos del Papa Clemente XIII y del Cardenal Solís, en los que se aluden a la concesión de indulgencias. Sobre ellos hay un lienzo de Vicente Alanís con la Virgen del Patrocinio intercediendo por la humanidad. En él figuran Carlos III y su esposa, María Amalia de Sajonia, y Clemente XIII. El otro lienzo, del mismo autor, representa a La Virgen intercediendo por un enfermo ante la Santísima Trinidad.

Un poco más adelante se halla la puerta de acceso al panteón existente bajo la Capilla Mayor, dotado por el I Marqués de Loreto, fallecido en 1772.

 

 

Capilla Mayor.

 

Es una capilla funeraria dotada por Don Nicolás del Campo, primer Marqués de Loreto, y su esposa, Doña Josefa Rodríguez de Salamanca. Sus blasones figuran en la parte superior del retablo.

Éste data de 1758 y se atribuye a Felipe Fernández del Castillo. En el centro preside la imagen de San Nicolás (s. XVII), debajo la Virgen del Subterráneo (s. XV) y arriba la Inmaculada, atribuida a Montes de Oca. San Pedro y Santiago, en las calles laterales, deben ser obras de Hita y Castillo.

Las pinturas al temple son de Pedro Tortolero y Vicente Alanís. Representan las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad), así como escenas de la vida de San Nicolás. En el lateral izquierdo se representa una escena de su infancia y enfrente su fallecimiento. El frontal de plata lo labró Raimundo Garay (1790-91). Los blandones de plata situados delante de la capilla fueron realizados por Raimundo Garay y Blas Amat en 1786, siendo donados a la Hermandad Sacramental por el canónigo Don Carlos Villa.

 

 

Capilla de San José.

 

Su retablo data de 1758, debiendo realizarlo Fernández del Castillo ó Manuel García de Santiago. Preside la imagen de San José, encargada a Francisco Antonio Gijón en 1678 por la Hermandad Sacramental. Por tanto, pertenece en la actualidad a la Hermandad de la Candelaria. Su rostro es un precedente del Cristo de la Expiración (El Cachorro, de 1682). El resto de las tallas deben ser de Hita y Castillo. Representan de abajo arriba a: San Francisco de Paula, Santa Rosa de Lima y Santa Catalina de Siena. En el ático figuran las Santas Justa y Rufina con una maqueta de la Giralda.

En los muros laterales hay lienzos de Pedro Tortolero que representan "Los desposorios de la Virgen" y "La muerte de San José". A su tránsito asisten la Virgen, San Miguel y el Espíritu Santo. La nota anecdótica la ponen unos ángeles niños que juegan con utensilios de carpintería. Los lienzos se realizaron entre 1760-62.

En la bóveda de arista que cubre la capilla figuran pintados al temple ángeles con guirnaldas de frutos, y en las paredes ángeles que descorren un cortinaje.

 

 

Capilla de San Carlos Borromeo.

 

Pertenece al patronato fundado por Don Nicolás Villa y su sobrino, Don Carlos Villa, una familia de ascendencia genovesa. El blasón familiar, una torre, figura en el retablo y en las piezas artísticas que donó el sobrino, que fue canónigo de la Catedral.

Preside la talla de San Carlos Borromeo, de gran calidad, flanqueada por las de San Antonio de Padua y San Nicolás Tolentino. En el ático se halla san Juan Nepomuceno y sobre el banco Santo Domingo penitente.

En los muros laterales cuelgan dos lienzos. Uno representa a San Carlos Borromeo dando la comunión a los apestados de Milán y el otro El atentado de San Carlos, quien fue tiroteado con un arcabuz mientras oraba en su capilla, de cuyo atentado sobrevivió. San Carlos era Arzobispo de Milán.

Delante del retablo se halla el panteón familiar y las laudas sepulcrales de los miembros de esta familia que están aquí enterrados.

 

 

Capilla de la Santísima Trinidad.

 

Preside el retablo el grupo escultórico del siglo XVIII de esta advocación, que procede del extinguido Convento de las Vírgenes, que ha dado nombre a la calle colindante a la iglesia. Antes de la desamortización estuvo en su lugar el Simpecado de la congregación del Rosario de Mujeres, lo que justifica la estructura de su calle central. Las imágenes laterales representan a San Diego de Alcalá y San Francisco de Asís. En el ático figuran Santa Eulalia y los relieves de San José y San Antonio.

Los lienzos son del taller de Alanís, uno representa a Santa Gertrudis la magna, mística cisterciense del siglo XIII, a la que rezando el rosario se le aparecieron Jesucristo y la Virgen, quienes prometieron consolarla a la hora de su muerte. En el otro figura un Monje del cister difunto, quien falleció rezando el Ave María. De su boca sale una rama con la que la Virgen y el Niño hacen un rosario.

Las pinturas al temple aluden asimismo a la dedicación de la capilla. En la bóveda figura el anagrama mariano y en las paredes ángeles que portan el rosario.

 

 

Capilla de Nuestra Señora de Gracia.

 

Su retablo, de estilo ecléctico, es de los pocos que no datan del estreno del templo. El primitivo perteneció a la Hermandad de Ntra. Sra. de las Nieves, de oficiales zapateros. En el actual, del siglo XIX, preside la imagen de candelero, ahora bajo la advocación de Ntra. Sra. de Gracia, que se halla muy transformada.

Las imágenes laterales han sido sustituidas con frecuencia. Con anterioridad figuraban San Roque y San Crispín. El primero es obra de José Naranjo, discípulo de Francisco Antonio Gijón (1692). Ambas imágenes se han colocado separadas en otros retablos. En el banco se hallaba Santa Librada, que procede del retablo en donde en la actualidad se halla el del Sagrado Corazón, y en el ático la Verónica.

Aquí estuvieron hasta 1880 las imágenes titulares de la Hermandad de los Gitanos, que con posterioridad fueron reemplazadas por las de la Hermandad de la Candelaria desde 1921 hasta 1948, en el que se trasladaron a la Capilla Sacramental.

La advocación de la capilla es lo que justifica que las pinturas murales estén decoradas con temas marianos, con ángeles que portan atributos de las letanías: espejo, torre, fuente y pozo.

 

 

Capilla de Santa Bárbara.

 

El retablo data de 1760, ya que no figura en la escritura de reedificación del templo de 1758. La imagen titular, de gran calidad, debe ser de Hita del Castillo. Porta como torre, símbolo de su cautiverio, la sevillana Torre del Oro, que muestra la fisonomía que adoptó en ese año tras la restauración que experimentó por efectos del terremoto de 1755. Las imágenes laterales representan a Santa Lucía y Santa Francisca Romana. En el ático figura San Pedro de Alcántara.

En uno de los lienzos que cuelgan en los muros laterales figura el Martirio de Santa Bárbara, que está siendo degollada por orden de su padre por practicar el cristianismo. El otro muestra La Virgen de Loreto. Alude a la leyenda que la casa de la Virgen fue transportada por ángeles hasta la ciudad italiana de Loreto (de ahí que sea patrona de los aviadores).

Las pinturas al temple de las pilastras laterales representan a ángeles que portan atributos de la mártir: la palma y la corona.

 

 

Capilla de San Roque.

 

Su retablo ha cambiado con frecuencia de imagen titular. Hasta principios del siglo XX estuvo dedicado a San Benito, ahora desplazado al ático. Desde 1914 hasta 1982 en él presidía la talla de la Virgen del Subterráneo, que se ha ubicado en el retablo mayor. En la escritura de reedificación, de 1758, consta que esta imagen se hallaba sobre el banco del retablo. Toma este nombre desde que apareció en 1492 en una galería subterránea al hacer los cimientos de la primitiva torre. La actual imagen titular, San Roque, fue realizada en 1692 por José Naranjo. Procede del retablo de Santa María de Gracia. En las calles laterales se hallan San Fernando y San Hermenegildo.

En los muros laterales hay dos lienzos alusivos a San Agustín. Uno representa a San Agustín con Santa Mónica y Santa Rita de Cascia. El otro muestra a San Agustín lavando los pies a Jesucristo peregrino. Su iconografía es el resultado de la fusión de temas extraídos de dos estampas. Por un lado tiene como precedente la misma iconografía perteneciente a la Vida de San Agustín, de Schelte A. Bolswert (1624). Por otra parte se inspira también en una estampa de Rafael Sadeler.

 

 

Capilla de la Virgen de Fátima.

 

La capilla, el retablo y su panteón pertenecieron al patronato fundado por José Manuel Bouchier del Castillo y su esposa, María Cabanillas, cuyos blasones familiares se hallan en el ático del retablo y en la lauda sepulcral. El retablo se estrenó en 1762 y estuvo destinado entonces para albergar el Simpecado de la congregación del Rosario de Hombres. Por esa razón su estructura primitiva sería análoga a la que tiene el retablo actualmente destinado a la Santísima Trinidad, que albergaba el simpecado del Rosario de Mujeres. Este Simpecado se halla desde entonces en la Capilla Sacramental.

En 1951 se doró de nuevo el retablo, cuando se colocó la imagen de la Virgen de Fátima, que fue costeada por la familia Rojas Marcos y Díez de la Cortina. Fue realizada por Sebastián Santos Rojas, siendo bendecida por el cardenal Don Pedro Segura. En las calles laterales figuran las tallas de los padres de la Virgen, San Joaquín y Santa Ana, y en ático su esposo, San José.

 

 

El coro y los órganos.

 

A los pies del templo se hallan el coro bajo y alto, que datan de 1758. La verja de hierro fue ejecutada en la década de 1810, siendo costeada por Manuel Pérez Baños, quien fue Hermano Mayor de la Sacramental. Sobre la reja se hallan dos bellos tintinábulos, decorados con rocalla, que datan del estreno del templo.

La sillería de coro consta de 20 asientos de nogal y el facistol es de caoba. Los órganos, sin trompetería el del lado de la epístola, datan de 1740-50. Su caja pudo ser trazada por José Fernando de Medinilla.

Se encuentra provisionalmente en el coro de la iglesia de San Nicolás el lienzo de La Última Cena, mientras duren las obras de restauración de la iglesia de Santa María la Blanca. Fue pintado por Bartolomé Esteban Murillo en 1650, siendo donado a la Hermandad Sacramental de la Iglesia de Santa María la Blanca por el canónigo Mateo Coello de Vicuña. El lienzo muestra un acusado tenebrismo, característico del artista en esta fecha, tras la crisis que experimentó por los estragos de la epidemia de peste del año anterior, por cuya causa fallecieron tres de sus hijos. Se suele identificar como autorretrato de Murillo la figura de San Juan, a la derecha de Cristo (del espectador). El otro personaje que le flanquea debe ser el donante.

 

 

Altar del Cristo de las Gracias.

 

La imagen de este crucificado procede de la donación de un feligrés. Estaba sobre la puerta de la Sacristía, y a él se encomendaban muchos devotos, a los que se concedían numerosas gracias. Por ello, siendo párroco el Rvdo. P. D. Jerónimo Ramos Feria pensó hacerle un altar y nominarle como Santo Cristo de las Gracias en la década de 1960, encargando un sencillo retablo al tallista José Alarcón Santa Cruz.

El crucificado es de papelón, habiendo sido restaurado por el equipo de Juan Abad en la Facultad de Bellas Artes en el año 2011.

 

 

Textos redactados por nuestro hermano D. Teodoro Falcón Márquez. 


Real, Imperial, Ilustre y Fervorosa Hermandad del Santísimo Sacramento, Ánimas Benditas, Nuestra Señora del Subterráneo y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Salud, María Stma. de la Candelaria y Señor San Nicolás de Bari.
Parroquia de San Nicolás de Bari y Santa María la Blanca C/ Federico Rubio, 4 - 41004 Sevilla.
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